CANTABRIA EN VENTA                                                   NO  A  LA  LEY  DEL  CEMENTO 

La nueva ley del suelo del Gobierno de Cantabria pretende extender la construcción generalizada de viviendas que la costa sufrió en el pasado, a todo el interior de Cantabria. El suelo rural o fértil, base de la vida y de la economía de la comunidad, se convertirá en mero espacio de especulación urbanística perdiendo su naturaleza y función.

La ley es insostenible ambiental y económicamente, porque degrada el espacio rural y el paisaje, destruyendo un recurso económico  básico como es el suelo fértil. Apuesta por la economía improductiva de la especulación y construcción, en  lugar de impulsar la economía productiva agraria, ganadera, forestal, agroalimentaria y derivadas, garantizando la adecuada ordenación del territorio.

Que a lo largo de las últimas décadas haya  disminuido progresivamente la población que trabaja en actividades del mundo rural, no significa que en el futuro no haya población dispuesta a hacerlo. Si durante siglos el escaso suelo fértil de Cantabria se ha preservado para  producir alimentos y servicios ecosistémicos, los poderes públicos tienen la obligación de garantizar su conservación a las generaciones futuras, en lugar de agotar este recurso estratégico  construyendo en él.

Como los políticos de Cantabria han fracasado en consensuar un nuevo modelo productivo diverso, estable, digno y sostenible económica y ambientalmente a largo plazo, nos imponen su incapacidad  promoviendo la indigna política de la destrucción irreversible de nuestro territorio rural, autorizando  actividades y usos que otras comunidades rechazan.

Mientras en el País Vasco y Asturias la construcción en suelo rural está estrictamente prohibida y limitada, Cantabria importa las peores prácticas del modelo mediterráneo, apostando por la construcción generalizada y el turismo masivo, con sus consecuencias de  destrucción  ambiental y precariedad económica. La ausencia de ideas, de visión de futuro, y de dignidad, lleva a nuestros responsables políticos a vender y destruir el recurso identitario  más valioso y característico de Cantabria: nuestro territorio rural.

          Por la identidad de Cantabria. Por nuestra dignidad económica y ambiental.

                                     ¡¡¡ CONSERVEMOS NUESTRO TERRITORIO !!!