Historia del Lobo en Cantabria

SITUACIÓN ACTUAL

Publicación en el BOE en 2021 de la Orden TED/980/2021, de 20 de septiembre donde se modifica el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial y del Catálogo Español de Especies Amenazadas, incluyendo al lobo en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial.

Publicación BOE 2021

Esta declaración ha sido recurrida por las comunidades afectadas pero

La Audiencia Nacional tumba los argumentos de las Comunidades para reanudar la caza del lobo


ANTECEDENTES HISTÓRICOS

Repasemos las acciones administrativas realizadas por el Gobierno de Cantabria, proceso por el que el lobo pasó de especie no cinegética consensuado por todo tipo de organizaciones relacionadas con la gestión del mismo, a especie cinegética por la decisión unilateral del Presidente de Cantabria M. Revilla sin tener en consideración el gran trabajo realizado en la mesa del lobo y los criterios de sus propios técnicos de la consejería.

1980 – 1990

01 / 02 / 2015

05 / 02 / 2015

09 / 10 / 2015

06 / 11 / 2015

17 / 12 / 2015. Se presenta el primer borrador del plan donde se considera al Lobo especie no cinegética.

2016 La masacre de lobos continúa sin control

19 / 12 / 2018 Hay que esperar casi 3 años para que se vuelva a reunir la mesa del Lobo y donde ya presentan el borrador

donde el lobo se le considera especie cinegética

03 / 01 / 2019 Sale a información pública el Plan de gestión. ARCA presenta alegaciones

03 / 04 / 2019 Publicación en el BOC de Cantabria, desoyendo todas las alegaciones presentadas por los distintos grupos

Blanco ofrece a las asociaciones ecologistas el apoyo del Gobierno para mejorar el medio ambiente de CantabriaBlanco ofrece a las asociaciones ecologistas el apoyo del Gobierno para mejorar el medio ambiente de Cantabria

Al principio de las legislaturas siempre son buenas palabras, pero nosotros siempre estamos abiertos a la colaboración.

El consejero de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Guillermo Blanco, se ha reunido este martes con representantes de las asociaciones ecologistas ARCA y Ecologistas en Acción, a las que ha ofrecido el apoyo y la colaboración de su departamento para impulsar de manera conjunta la mejora de la calidad del medio ambiente de Cantabria.

Nota de prensa

Defensa y maltrato animal

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DOCUMENTOS Y ENLACES DE INTERÉS

La ley de impacto ambiental esconde la mercantilización de la biodiversidad

El borrador de ley de impacto ambiental da varios pasos atrás en materia de prevención ambiental, pero uno especialmente peligroso para la biodiversidad, los bancos de conservación, un mercado financiero de activos medioambientales. Ecologistas en Acción considera que estos mercados no aportan nada bueno a la conservación y mejora de la biodiversidad y, por el contrario, son un caldo de cultivo idóneo para la especulación y la pérdida de control legal sobre los recursos naturales más sensibles.
El borrador de ley de impacto ambiental anunciado por el Gobierno da pasos atrás en varios aspectos. El recorte de plazos afectará a la calidad de las evaluaciones ambientales y a las posibilidades de participación pública. Además, se merma el carácter objetivo y determinante de la evaluación de proyectos. Pero de todo su contenido, en el borrador de la ley destaca la disposición adicional por la que se crean los llamados bancos de conservación que el propio Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente define eufemísticamente como un «mecanismo para evitar la pérdida neta de biodiversidad a través de medidas de compensación basado en el mercado».
En principio los llamados bancos de conservación se plantean con la aparentemente inocente intención de promover mejoras ambientales en el medio natural que puedan ser adquiridas por promotores de proyectos impactantes que requieran de medidas compensatorias.
Sin embargo esconden una realidad doblemente perversa. De entrada se asume y facilita que proyectos que no debían ser viables por su elevado impacto ambiental, y que por eso requieren de medidas compensatorias, se puedan desarrollar comprando unos créditos valorados en función de mejoras ambientales que se lleven a cabo. La supuesta mejora ambiental adquirida no aportaría nada a la biodiversidad, por cuanto sería una compensación de un daño ambiental grave. Es decir, el efecto neto sobre la biodiversidad, en el mejor de los casos, sería nulo, cuando no negativo, ya que nada garantiza que la mejora vaya a funcionar o sea realmente equivalente al daño a compensar.
Pero lo realmente perverso es el mecanismo por el que se crean y negocian los créditos del llamado banco de conservación, y que no es otra cosa que un mercado de títulos sobre activos ambientales otorgados a titulares de terrenos, los cuales se transmitirían en régimen de libre mercado y podrían ser negociables por terceras partes en mercados secundarios. Se crearía así un mercado que a último queda en manos de lo que decidan los mercados y, por lo tanto, de los intereses puramente económicos y especulativos.
Conservación de la biodiversidad y mercados financieros no casan en absoluto, responden a necesidades y mecanismos de funcionamiento bien diferentes. Además, a nadie le puede caber ninguna duda de quien tiene las perder en esta posible relación.
De hecho, ya hay casos parecidos que muestran como los mercados son incapaces de aportar otra cosa que especulación a los activos ambientales. Ahí está el comercio de derechos de emisión de carbono, con una burbuja especulativa creciente que ni el Parlamento Europeo ha sido capaz de resolver.
Desde el punto de vista ambiental no se vislumbra ningún impacto positivo de esta medida y sí la amenaza de que los mercados se adueñen de unos activos ambientales que de entrada no son propiedad de nadie en particular.
Las especies, los hábitats y los ecosistemas son patrimonio de todos, en muchos casos están protegidos, y otorgar sobre ellos títulos que dan derechos económicos es una forma de privatizarlos, seguramente ilegal según nuestro ordenamiento jurídico.
La biodiversidad no tiene nada que ganar con los bancos de conservación y sí mucho qué perder, por ello Ecologistas en Acción exige al Gobierno que renuncie a la creación de estos mercados financieros y busque otras fórmulas basadas en el respeto a las leyes y procedimientos ambientales para hacer frente a las medidas derivadas de la normativa de impacto ambiental.